martes, 2 de abril de 2019

Argentina y Venezuela: los países más miserables del mundo (2018).

Steve Hanke

Debido a la vertiginosa gestión de Macri en la presidencia, Argentina pasó a ser en tres años de uno de los países más desendeudados al segundo país más miserable del mundo según publica revista Forbes. Aquí, la fuente, el autor y algunos datos sobre al asunto.

La fuente

Junto a Fortune (1930) y a Business Week (1929), Forbes conforma el trío de revistas especializadas en negocios y finanzas publicadas (modo quincenal) en Estados Unidos. Desde su sede en la Quinta Avenida de Nueva York, se diferencia de sus competidoras en llevar el nombre de la familia fundadora; el escocés Bertie Charles Forbes (37), entonces columnista de finanzas en la multinacional estadounidense Hearst Corporation, Inc. (hoy con participación está en 15 diarios, 36 semanarios, 300 revistas en todo el mundo, 31 estaciones televisivas a través de Hearst Television Inc. que llegan a un 20% de la población de Estados Unidos, participación de varias redes de cable, incluyendo A&E Television Networks y ESPN, editoriales, Internet, producción televisiva y negocios inmobiliarios) fue el fundador en 1917 (junto a Walter Drey, entonces Director General de Magazine of Wall Street) y en haber captado la seducción de los números redondos y la atracción masiva de las listas.

El nombre original de la revista era Forbes: Dedicado a personas que hacen y lo que hacen. Hoy el lema de la revista es «La herramienta del Capitalista» y es conocida por «The World's Richest People», la lista de las personas más ricas del mundo que publica anualmente (todos los septiembre) desde 1986. A esta adoración de las listas que aumentó sus ventas y popularidad, Forbes agrega, “The Forbes 400”, los estadounidenses más ricos (desde 1982), los más ricos de China, los de India, las 100 celebridades, los deportistas mejor pagos, las ciudades más inteligentes, los coches más caros, los milmillonarios, las mayores fortunas de la historia y más…

Malcolm Stevenson “Steve” Forbes Jr. (1947), nieto del fundador y presidente de la compañía desde 1990 vendió un interés minoritario al grupo Elevation Partners (entre los que se incluye la estrella de rock Bono) en 2006 y The New York Times, anunció (2009) que un 40% de la empresa se vendió por u$s 300 millones, poniendo el valor de la empresa por u$s 750 millones.


El autor

Presentada la fuente, luego el autor de la notas en cuestión, Steve Hanke (1942), licenciado en administración de empresas (1964) estadounidense, comerciante de divisas y productos básicos, economista dedicado a prensa financiera, publica en twitter “Mi regla 95: el 95% de lo que lees en la prensa financiera es incorrecto o irrelevante. Incluso la autoridad monetaria de Hong Kong ha caído presa de una denuncia errónea. El HK $ es sólido como una roca…”

Profesor de economía aplicada, asesor de presidentes en todo el mundo y conocido en el ámbito como reformador de divisas en países de llamados “mercados emergentes” (Albania, Argentina, Bulgaria, Bosnia y Herzegovina, Ecuador, Estonia, Indonesia, Jamaica, Kazajstán, Lituania, Montenegro, Rusia, Venezuela y Yugoslavia), Hanke es miembro principal y director del Proyecto de monedas problemáticas en el Libertarian Cato Institute en Washington, DC. y merecedor de no pocos premios en su entorno profesional. El dato colorido de su currículum lleva el nombre de Ronald Reagan, a quien prestara servicios como economista principal del Consejo de Asesores Económicos presidenciales (1981-1982) y para el lector argentino hay que referirlo como asesor fundamental de Carlos Menem (1990).

"Cuando la mi esposa y yo conocimos a Menem, poco después de que él asumió la presidencia el 8 de julio (1989), expresó una clara visión de lo que quería lograr en la esfera económica. Pero estaba frustrado. Sus reformas no iban a ninguna parte.

Indiqué que, aunque sus campañas para desregular, privatizar y recortar los impuestos a la exportación estaban bien, no irían a ningún lado hasta que matara la inflación. Era imprescindible para que Menem pudiera establecer credibilidad y ganar la confianza del público. Menem luego preguntó: “¿cómo podría detener la inflación?” Respondí que una caja de conversión (currency board, en inglés, que suele asociarse a un tipo de cambio fijo) era exactamente lo que ordenó el médico. Con eso, el presidente dijo que estaba interesado y sugirió que escribiera una propuesta.

Inmediatamente comencé a trabajar en un plan con Kurt Schuler. Mientras redactaba el anteproyecto, trabajé estrechamente con el congresista José María Ibarbia y sus colegas (la llamada facción Alsogaray) en el Congreso argentino. A principios de 1991, el plan de la junta monetaria de Hanke-Schuler fue publicado como un libro de la Fundación República en Buenos Aires: Banco Central o Caja de Conversión. Schuler y yo estuvimos complacidos de que José María Ibarbia escribiera un prefacio para nuestro libro, y de tener a la facción Alsogaray a bordo. Con eso, Menem sabía que tendría apoyo para una “caja de conversión” en el Congreso.

Para poner fin a la hiperinflación, Menem, con su mano derecha, el Ministro de Economía Domingo Cavallo, estableció un nuevo régimen monetario el 1 de abril de 1991. Lo llamaron Sistema de Convertibilidad, un término poco común para un sistema inusual. Si bien la Convertibilidad daba la apariencia superficial de ser una caja de conversión, no lo era. No importa. La mayoría de los economistas nunca entendieron que el Sistema de Convertibilidad no era un sistema de caja de conversión".

En ese momento, cierto periodismo argentino describió a Hanke como "el portavoz de Cavallo" [Martinez, Oscar. "El Vocero De Cavallo." Noticias, Buenos Aires, 8 Oct. 1995.] y el "generador de confianza" en la economía argentina. ["Profesión: Generador De Confianza." Editorial. El Economista 3 Nov. 1995].

Hanke tuvo que agregar a su relato argentino la debacle que sucedió a la “Convertibilidad”, la debacle económica del default, la peor quiebra de la historia argentina que se plasmó con huelgas, incendios, saqueos, incautación bancaria, 38 muertos en Buenos Aires y 5 presidentes en una semana.

"La Convertibilidad no estaba libre de problemas, sin embargo. Sus desviaciones de la ortodoxia de la caja de conversión le permitieron comportarse más como un Banco Central que como una verdadera caja de conversión. Estas desviaciones fueron significativas y me impulsaron a escribir un artículo de opinión: “Argentina debería abolir su Banco Central“. Fue publicado en el Wall Street Journal el 25 de octubre de 1991. Como escribí entonces: “Para asegurar los logros de Menem-Cavallo” y eliminar permanentemente el escepticismo de la escena monetaria, Argentina debería abolir su Banco Central y reemplazarlo con una caja de conversión”.

Desgraciadamente, el Sistema de Convertibilidad, después de matar una hiperinflación e iniciar un auge económico de una década, tuvo su Waterloo en 2001. Tal como lo había anticipado en mi artículo de Wall Street Journal de 1991, el BCRA usó las desviaciones de la convertibilidad en políticas monetarias discrecionales. Al final, el BCRA hizo lo que siempre había hecho. Causó un desastre en la política monetaria y creó, finalmente, una crisis monetaria".


Ránking de países miserables (2018)


Hanke vuelve a la escena argentina cuando al mejor y aprendido estilo Forbes, publicó (28.03.2019) el Hanke's Annual Misery Index 2018: The World's Saddest (And Happiest) Countries, (Índice de miseria anual de Hanke 2018: Los países más tristes (y más felices) del mundo).

"La condición humana habita en un vasto continuo entre "miserable" y "feliz". En la esfera de la economía, la miseria tiende a fluir desde una alta inflación, los elevados costos de los préstamos y el desempleo. La manera más segura de mitigar esa miseria es el crecimiento económico. Todo lo demás es igual, la felicidad tiende a florecer cuando el crecimiento es fuerte, la inflación y las tasas de interés son bajas y los empleos abundan.

Muchos países miden e informan estas métricas económicas de forma regular. Comparándolos, nación por nación, puede decirnos mucho acerca de dónde están tristes o felices las personas en el mundo.

¿Consideraría, por ejemplo, que Tailandia es más o menos miserable que otros países? Para responder a esta pregunta, actualizo mis mediciones anuales del Índice de Miseria.

El primer índice de miseria fue construido por el economista Art Okun en la década de 1960 como una manera de proporcionar al presidente Lyndon Johnson una instantánea de la economía fácilmente digerible. Ese índice de miseria original era solo una suma simple de la tasa de inflación anual de una nación y su tasa de desempleo. El Índice ha sido modificado varias veces, primero por Robert Barro de Harvard y luego por mí mismo.

Mi Índice de Miseria modificado es la suma de las tasas de desempleo, inflación y préstamos bancarios, menos el cambio porcentual en el PIB real per cápita. Las lecturas más altas sobre los primeros tres elementos son "malas" y hacen que las personas sean más miserables. Estos son compensados por un "bien" (PIB per cápita), que se resta de la suma de los "malos". Una puntuación más alta del Índice de Miseria refleja un nivel más alto de "miseria", y es una métrica lo suficientemente simple como para Presidente, sin tiempo para extensas sesiones informativas económicas, puede comprender de un vistazo.

Comencemos con dos de los países menos miserables y trabajemos en los pits.

Tailandia toma el premio como el país menos miserable del mundo en el Índice de Miseria de 2018. Es el No. 95 del ranking 2018 de 95 países, es una maravilla. La junta militar entregó felicidad, y como resultado, el PPRP pro-militar fue recompensado a principios de esta semana en las urnas. De hecho, el PPRP obtuvo el mayor voto popular, a pesar de que el recuento de votos está actualmente envuelto en controversia.

Hungría entregó un nuevo aturdidor, con una mejora dramática de 2017 a 2018. Se encuentra en el número 94 como el segundo país menos miserable del mundo. Mientras que la Unión Europea y las elites internacionales han lanzado todo lo que pueden lanzarle al Primer Ministro Viktor Orbán, es fácil ver por qué él tiene una gran cantidad de seguidores en casa. Después de todo, los magiares fueron los 2º más felices del mundo en 2018".

Después de arrojar la parte buena de la manzana sin ahorrarse opiniones políticas y derrochando consejos, Hanke baja la mirada al sur, al sur de América, para encontrar la miseria.

"Ahora, echemos un largo chapuzón en el fondo de los pozos.




Venezuela ostenta el título sin gloria del país más miserable del mundo en 2018, como lo hizo en 2017, 2016 y 2015. Los fracasos del socialista y corrupto estado petrolero del presidente Nicolás Maduro han sido bien documentados durante el año pasado, incluso por mi Mediciones de la hiperinflación venezolana. Venezuela no solo es el país más miserable del mundo, sino que su puntaje en el Índice de Miseria ha aumentado dramáticamente durante el último año, ya que el colapso de la economía se ha acelerado.

Argentina saltó al puesto No. 2 luego de otra crisis de pesos. Desde su fundación, Argentina ha sufrido numerosas crisis económicas. La mayoría puede colocarse a los pies de la mala gestión interna y los problemas de divisas (lea: colapsos de divisas). Para enumerar solo algunas de estas crisis: 1876, 1890, 1914, 1930, 1952, 1958, 1967, 1975, 1989, 1989, 2001 y 2018. Hasta que Argentina descarte el asediado peso y lo reemplace con el dólar estadounidense, será buen miserable.

Irán, como Argentina, está cargado con el peso de un banco central no creíble y una moneda basura. Gracias al tanque rial, la inflación saltó de Irán en 2018, y lo mismo hizo su puntuación Misery Index, moviéndose a Irán de la 11 ª más miserable país en 2017 al Nº 3 lugar en 2018.

Brasil pasó del número 3 al número 4 en el ranking de los miserables. Como me explicó una vez a mi amigo Roberto Campos, el difunto economista, diplomático y político brasileño, durante una visita a Brasilia: la Constitución brasileña es tan gruesa como la guía telefónica de la ciudad de Nueva York y está llena de poco más que derechos y derechos. El presidente Bolsonaro tiene un gran trabajo para él. Para mejorar el ranking de su país, deberá cumplir su promesa de reformar el sistema de pensiones en quiebra de Brasil".


Es muy lógico que para alguien que representa los intereses del sistema establecido en Estados Unidos y se dedica a la compraventa de divisas considere que la hiperinflación venezolana responda a una “fracasada, socialista y corrupta” gestión del presidente Nicolás Maduro y que al referir el fracaso de la economía macrista en Argentina sólo aconseje reemplazar el peso por el dólar después de enumerar las crisis económicas vividas en el país. Es difícil plasmar que Hanke avala la gestión Macri cuando sus propias estadísticas ponen a Argentina como el segundo país más miserable del mundo durante la gestión Macri (2018). 

Para terminar de aclarar la posición del ex asesor de Reagan y Menem, está su opinión consejera sobre “la Constitución brasileña es tan gruesa como la guía telefónica de la ciudad de Nueva York y está llena de poco más que derechos y derechos” que aún limita al fundamentalista e ilegítimo presidente Bolsonaro en Brasil, ahora cuarto país más miserable del mundo.


Asesorando a Macri

Sin recibir pedidos ni solicitudes de asesoramiento, Hanke no dejó de aconsejar a Macri a través de su columna en Forbes (1 de julio 2018).

"El accidente monetario más reciente del BCRA se refleja en la caída del peso. El pobre peso ha perdido un 34.2% frente al dólar desde el 1 de enero. Esa derrota obligó al gobierno de Macri a acudir al Fondo Monetario Internacional para un rescate. Dada la desconfianza del público argentino, si no directamente desprecio, hacia el FMI, la movida del presidente Macri fue claramente desesperada. Si las tribulaciones del peso no fueron lo suficientemente malas, ahora el público argentino está cargado con el FMI, una vez más.

¿A qué se debe esta derrota del peso? Tenga en cuenta el aumento en la tasa de crecimiento de la moneda desde finales de 2017 y la explosión en el crecimiento del crédito privado son variables a tener en cuenta. Estas crecientes tasas de crecimiento no son consistentes con el objetivo de alcanzar el objetivo de inflación de Argentina de 10-15% / año. Tampoco son consistentes con un peso estable. Los mercados pueden descifrar esas incoherencias más rápido que un chasquido de dedos. Y lo hicieron.

Otro aspecto de las travesuras monetarias del BCRA no es tan obvio, pero es igual de real. El BCRA ha estado subrepticiamente financiando el gasto deficitario del Gobierno. Lo hace a través de la esterilización de los aumentos en el componente de activos externos netos de la base monetaria de Argentina. Esto se hace a través de la venta de bonos emitidos por el BCRA (LEBACS). La esterilización (y la financiación del déficit del gobierno) ha sido a gran escala. En el período de enero de 2017 a mayo de 2018, el BCRA esterilizó el 50% del aumento total en el componente de activos extranjeros de la base monetaria. En consecuencia, el BCRA ha sido la mayor fuente de financiamiento para el importante déficit fiscal primario de Argentina. Estas travesuras monetario-fiscales son una fórmula para un desastre monetario".

Sin mencionar que la “Formación de Activos Externos del sector privado no financiero”, más conocido como “fuga de capitales” de Argentina durante tres años de gestión Macri asciende a u$s 59.328 millones y supera los u$s 57.100 prestados por el FMI, Hanke vuelve, como en los 90 de Menem, sobre su consejo de cerrar el Banco Central y terminar con el peso argentino para usar directamente la moneda estadounidense, el dólar. Sin más.

"Para terminar con la pesadilla monetaria interminable de la Argentina, el BCRA, junto con el peso, deberían ser removidos y puestos en un museo. El peso debe ser reemplazado por el dólar de EE.UU. Argentina debería hacer oficialmente lo que hacen todos los argentinos en tiempos de problemas: dolarizarse. Es hora de que el presidente Macri se enfrente a la realidad. Él debe clavar una estaca en el corazón del gradualismo. La dolarización haría exactamente eso. Y con eso, se establecería la confianza; y como lo expresó John Maynard Keynes: “El estado de confianza, como lo llaman, es un asunto al que los hombres prácticos prestan la atención más cercana y ansiosa”.

La receta de Hanke (asesor de Reagan), publicada en Forbes (desde la Quinta Avenida de New York), corre a Macri por izquierda: fin de gradualismo y dolarización. Y eso sin ahorrarse citar a Keynes.
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ALEJANDRO CARNERO
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